Héctor “Pepe” Bavastro (hijo) y Hector Bavastro Guirnaldo (padre).
La clásica casa de subastas de la calle Misiones, cumplió 100 años de actividad comercial
Las subastas acompañan al hombre desde el inicio de las civilizaciones y su actividad financiera. Por supuesto que con algunas diferencias a como la conocemos hoy, se mantiene con gran vigencia, en la compra y venta de cualquier mercancía.
En nuestro país esta profesión se remonta a los albores de la patria, cuando a principios del siglo XIX se establecen los primeros negocios de este tipo.
Esta rica historia que hasta el día de hoy continúa en la vida cotidiana de nuestro país, también la escribe la firma Bavastro e hijos, que un 17 de agosto de 1917 abre sus puertas en una finca que Don Eugenio Bavastro arrendó en la calle Zabala 1413. Ese mismo año, la familia recibe el nacimiento de su hijo Héctor Bavastro Guirnaldo.
Héctor Bavastro y su inigualable forma de rematar.
Al inicio este humilde emprendimiento comienza a crecer paulatinamente, recibiendo cada vez más mercadería para las subastas. Rápidamente las posibilidades de espacio del local de Zabala se ven desbordadas y los Bavastro se ven obligados a mudarse a un salón más amplio, situación que transcurre en el año 1934, cuando la firma se traslada al actual local de la calle Misiones 1366/70.
El espacio de este nuevo salón les permite realizar sus remates y exhibiciones de mercadería en el frente y utilizarlo como casa habitación a sus fondos.
En 1937 un quebranto en la salud de Don Eugenio deja a Héctor con solo 20 años al frente de la empresa familiar. Fue una tarea nada fácil para este nobel martillero, pero logró salir adelante gracias, en parte, a la experiencia adquirida de su padre y a una clientela que no dejó de acompañar a la firma de la Cuidad Vieja.
Héctor Bavastro en el salón de remates
Con los años Héctor Bavastro fue erigiéndose como una reconocida figura de los remates. Se lo recuerda rematando con su potente y característica voz, parado en una silla para dirigir la subasta (que hoy se conserva en el Museo del Remate), siempre vestido con camisa blanca de manga corta y corbata negra, sin saco, junto a su inherente costumbre de utilizar un lápiz en lugar del tradicional martillo. Quienes pasaron por Bavastro en aquellos años recuerdan las jocosas anécdotas con las que Héctor entretenía a su público o las protestas que sin miedos y a viva voz efectuaba en momentos difíciles para el país. Todos estos rasgos lo pintan a Héctor Bavastro como un referente de la actividad martillera, la cual practicó durante toda su vida e inculcó a sus hijos Héctor y Eugenia Bavastro Cavallaro.
Con un lugar ya establecido en plaza, la firma continúa creciendo a buen ritmo y es en 1965 cuando adquieren el local de Misiones, que arrendaban hasta ese momento. Con tan sólo 16 años, Héctor “Pepe” Bavastro Cavallaro comienza a trabajar con su padre, estableciendo así a la tercera generación en la empresa.
Con el tiempo este joven inquieto y ansioso hace sus primeras armas con el martillo, manteniendo en la forma de rematar, muchas similitudes que nos recuerdan a su padre y su abuelo. Hoy “Pepe” Bavastro ocupa el puesto de director de esta tradicional empresa familiar.
Lo acompaña su hermana Eugenia quien luego de una minuciosa selección prepara las convocatorias de alhajas y relojes.
Por aquellos años el cronista de Remates del Diario El País, Carlos Besún, crea el slogan “Los Jueves son de Bavastro” en referencia a las subastas que comenzaban a las 9 de la mañana y se extendían hasta pasadas las 19 horas. Donde se martillaba gran variedad de mercaderías, materiales de construcción, herramientas y mucho más, siempre con gran afluencia de público.
Fachada de Remates Bavastro, Misiones 1366/70
Hoy los Bavastro cuentan con varios espacios para la realización de subastas o depósito de mercaderías, el más mentado es el salón “Nelly Cavallaro de Bavastro”, ubicado en Misiones 1365, enfrente al tradicional local, es aquí donde se llevan a cabo todas las subastas de catálogo con pinacoteca, mobiliario, antigüedades, alhajas y mucho más. Además del local de Buenos Aires 424, destinado a la realización de las subastas de herramientas, instalaciones comerciales, liquidaciones judiciales, remates de la Embajada de E.E.U.U., vehículos y más.
La cuarta generación gana experiencia, Eugenio y Luciana Bavastro junto a su padre “Pepe” Bavastro
El 17 de julio de 2015 fue un día triste para la historia de la familia, deja de existir Héctor Bavastro Guirnaldo, como antes mencionamos una figura de los remates en la Ciudad Vieja y en nuestro país. Dueño de una extensa trayectoria en esta actividad a la que se dedicó durante toda su vida, dejando a sus predecesores una exitosa empresa en el ramo de las subastas.
Actualmente la 4° generación de la firma ya comenzó a ganar experiencia en el negocio. Los hijos de “Pepe”; Eugenio de 31 años y Luciana de 30, se incorporan a la firma en 2005 y 2012 respectivamente, ambos rematadores, ya toman el martillo los días de subasta y se encargan de difundir las convocatorias por Facebook e Instagram, además de promover una futura plataforma para realizar los remates de catálogo on line.
Con motivo de los 100 años Gabriel Verdún y Federico Roche en nombre de Diario El País entregan un presente a “Pepe” Bavastro
Esta empresa familiar que a lo largo de los años y el esfuerzo en su trabajo, se transformó en un apellido ineludiblemente ligado a la profesión del martillo y gracias a las nuevas generaciones, hoy continúa en actividad y lo seguirá haciendo por muchos años más.
FEDERICO ROCHA